sábado, 15 de diciembre de 2012

ACTO PÚBLICO EN AGUILAR DE LA FRONTERA

Convocatoria de la Coordinadora Provincial contra el paro de Córdoba.
El acto se celebrará el martes 18 de diciembre a las 19:00 horas en Aguilar de la Frontera, situ Plaza San José, a las puertas del Ayuntamiento. (En caso de lluvia, nos trasladaremos al Salón de Actos del Ayuntamiento.


¡¡ACUDE!!

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¡TODOS Y TODAS A LA HUELGA PARA ALGO MÁS!



En la raíz misma del movimiento obrero, Marx al que los reformistas todavía acuden en pantagruélico aquelarre de oportunismo, establece en su vertiente epistemológica la conciencia de clase, motor de la lucha obrera, la quinta esencia del futuro del proletariado. Una conciencia de clase alambicada por el desarrollo de los modos de producción, que son los que destilan las condiciones económicas que caracterizan el tejido social en cada etapa de la historia. En el capitalismo, tal y como nos revela Marx, el beneficio en el proceso de producción (que siempre tiende a más inversión y más enriquecimiento insostenible y especulativo), se establece a partir de la plusvalía que se extrae de la fuerza de trabajo, aquello de que las ocho horas que el trabajador, trabajadora labora, una parte es para él, la que revierte en lo que realmente le paga el empresario y otra para el empresario ,la que da lugar al exceso de valor de cambio que no revierte sobre el trabajador, trabajadora y que, da lugar a la ganancia del empresario o plusvalía. A cambio de esta parasitaria relación laboral, el obrero obtiene un salario, lo que necesita para vivir; el empresario una magnitud variable con la que poder elaborar un producto como mercancía rentable: riqueza.

Empresario y asalariado, o mejor burguesía y proletariado, son las clases que vertebran la sociedad creada por el liberalismo económico, clases enfrentadas como no puede ser de otra manera, como no puede la oveja confiar en el lobo; némesis perpetua que subyace de unos intereses contrapuestos y que dan pábulo a la lucha obrera.

Y es que la burguesía necesita comprarnos, y necesita comprarnos autómatas, sin capacidad de reivindicación y organización, porque de nuestro silencio y conformismo depende su ganancia. Ya les jode bastante que tengamos necesidades básicas, que queramos expandirnos más allá de la supervivencia, para que encima reivindiquemos cosas como mejoras salariales, reducción de jornada… etc. A este respecto Marx nos dice “sin embargo la fuerza de trabajo no es una mercancía autónoma que se puede apagar y almacenar cuando el mercado no precise de sus servicios, sino que es indisociable de personas con necesidades materiales continuas, relaciones familiares, tradiciones culturales e incluso sujetos de derechos con aspiraciones políticas. La tensión entre un mercado expansivo y ese macizo antropológico es una causa sistémica de conflicto social en la modernidad.” Esta tensión, ha sido la clave de bóveda de las luchas sociales que se han desarrollado a lo largo del siglo XX. Los trabajadores, trabajadoras siempre hemos tenido que defender nuestro nivel de vida contra la tendencia de la patronal a sacarnos más rendimiento. Así, en crisis como la actual, donde el crecimiento económico se retrae (no entraremos aquí a valorar la crisis, léase para ello anteriores artículos del PCOE Córdoba y su órgano de prensa EL PROLETARIO), el patrón necesita flexibilidad para poder despedir a su antojo según el balance de beneficio; necesita una reducción del salario y alargar la jornada laboral para multiplicar la plusvalía, para lo que el exacerbado número de parados, paradas que se convierten en mero recambio de los que están en activo les viene muy bien; pero sobre todo, buscan desorganizarnos, para poder superar la crisis a costa de nuestro sufrimiento y estoicismo, para lo cual, un arma muy efectiva ha sido la de someter los convenios provinciales a los acuerdos de empresa y desarticular la ultraactividad.

Así, se han tomado una serie de medidas que nos perjudican y como toda acción entraña una reacción, ahora más que nunca hemos de activar nuestros mecanismos de defensa para revertir la situación, siendo la Huelga General el más importante. La Huelga es un mecanismo vital para entrar en la lucha economicista de mejora de las condiciones laborales y un mecanismo que intensifica el grito de los obreros en su lucha contra los recortes, como así establece la propia Organización Internacional del Trabajo al definirla como “uno de los medios legítimos fundamentales de que disponen los ciudadanos y específicamente los trabajadores (a través del movimiento sindical  y las organizaciones sindicales) para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales”. De esta manera, hemos de activar tal mecanismo en cada uno de nosotros, nosotras, no yendo a trabajar ese día y coadyuvando en una propaganda masiva que paralice el país el 14N, obligando al Estado represor burgués a dar marcha atrás en sus medidas antiobreras. Pero hemos de activarlo con la chispa de la conciencia de clase, dentro de la tensión entre burguesía y proletariado de la que nos habla Marx, ese motor del que hablábamos en los primeros renglones del artículo. Activarla para luchar contra el sistema y no para reformarlo, lo cual, nos llevaría a levantar la piedra de Sísifo por la rampa de la historia para siempre.

Frente a esto (y en detrimento de la lucha de clases) lo que parece una auténtica aporía en aquellos que convocan la huelga (CCOO y UGT) es el hecho de que al tiempo que pretenden liderar la lucha obrera con estas acciones, van por todo el Estado Español firmando ERES que aumentan la precariedad de los trabajadores; el hecho de que en muchos casos van de la mano con el PSOE que empezó toda esta historia; el hecho de que someten a las bases con una red burocrática antidemocrática y nepotista; el hecho de que se adhieren a la Confederación Sindical Internacional que está liderada por lo sindicatos alemanes, los cuales practican una política colaboracionista con la patronal; es decir se alejan de proletariado. Sería de izquierdistas afirmar que los sindicatos han de crear conciencia de clase, pero lo que no se puede hacer, tal y como establecía la Internacional comunista, es apoyar a sindicatos reaccionarios 1º, por su falta de democracia interna y 2º, por perjudicar la lucha obrera con estrategias vacuas que sólo llevan al desánimo (que se lo digan a los mineros de la cuenca astur-leonesa) y por no atacar en ningún momento las bases del capitalismo manteniéndose en el plano del economicismo y de las reformas.

En esta Huelga General los trabajadores y trabajadoras hemos de ir más allá de la manipulación de los sindicatos, que esgrimen como uno de sus motivos para convocarla, que el gobierno cuente con ellos a la hora de gobernar, como el mismo Toxo reconocía a la hora de exponer las razones de la Huelga de marzo en declaraciones a Radio Nacional de España. No necesitamos más pactos sociales. Necesitamos adquirir poder en los centros de trabajo para ser cada día más protagonistas de nuestra vida. 
En conclusión, los proletarios hemos de convertirnos en sujeto revolucionario. Para ello, la única salida es la conciencia de clase, recuperar la tensión entre burguesía y proletariado tanto en el ámbito semántico como político de la palabra, como ya establecía Lenin. Ergo para que esta huelga no caiga en saco roto como las anteriores, hemos de tomar el control y hacerlo de forma organizada y efectiva, sepultando los sindicatos mayoritarios, complacientes y complacidos que por otro lado sólo representan el 15,6% de los ciudadanos en activo, la tasa de afiliación más baja de Europa.
Y la forma de hacerlo es a partir de la ACDT (Asambleas de Comités, Delegados y Trabajadores), en los que las masas laboriosas hemos de unirnos en lucha, por encima de las siglas sindicales, no sólo por nuestra situación en la empresa, sino por nuestra situación en el sistema, como clase proletaria. Asambleas con las que adquiramos poder efectivo para acceder a los recursos, a los medios de producción, no tener que enajenar la fuerza de trabajo y erradicar la plusvalía, argé de la riqueza de la burguesía y base de la desigualdad y de la injusticia de la actual sociedad. “De estar todos los Comités unidos y organizados, todos ellos tendrían en sus manos el control de la Producción y de los medios de producción, elemento fundamental para la planificación de la producción por parte de la clase trabajadora. (Programa del PCOE)” ¿Queremos acabar con la crisis? ¡Acabemos con el capitalismo! Las Huelgas, si el obrero se erige en sujeto revolucionario, pueden ser el comienzo para lograrlo.

Todos tenemos que ir a la Huelga para defender nuestros derechos,
todos tenemos que ir a la Huelga en contra de los recortes,
todos tenemos que ir a la Huelga en contra del sistema,
todos tenemos que ir a la Huelga para mostrar la fortaleza obrera,
todos tenemos que ir a la Huelga como proletariado………….


¡¡¡ TODOS TENEMOS QUE IR A LA HUELGA PARA ALGO MÁS!!!

¡¡¡PARTICIPA EN LA LUCHA DE CLASES CONTRA LA BURGUESÍA QUE NOS EXPLOTA!!!


Comité Provincial del PCOE de Córdoba

miércoles, 24 de octubre de 2012

EL OPORTUNISMO AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO


El hecho de que en todos los países capitalistas avanzados se han constituido ya "partidos obreros burgueses", como fenómeno político, y que sin una lucha enérgica y despiadada, en toda la línea, contra esos partidos -- o, grupos, corrientes, etc., todo es lo mismo -- no puede ni hablarse de lucha contra el imperialismo, ni de marxismo, ni de movimiento obrero socialista (EL IMPERIALISMO Y LA ESCISIÓN DEL SOCIALISMO, Lenin)

                Lenin llevaba razón cuando aconsejaba que la lucha antiimperialista debe ser a la vez un combate sin descanso contra el oportunismo, que se ha transformado en el vehículo más eficaz, para llevar hasta el seno del Movimiento Obrero y de las clases populares las ideas y las políticas de los imperialistas.
                Los oportunistas emplean el engaño como si de una ciencia se tratase. Sus palabras son frases hechas que cuentan con el beneplácito de los medios de difusión burgueses, porque de tanto pronunciarlas y escribirlas resuenan en los oídos y se meten por los ojos del pueblo a modo de canto a la esperanza, pues prometen un mundo “feliz” sin sacrificios y sin riesgos. Lo cual tiene la “virtud” de embaucar a las amplias masas en fases claves del avance capitalista y desviarlas de sus intereses de clase, aprovechándose de su bajo nivel de conciencia. En los momentos actuales, complicados y fatales que desesperan a los que ellos llaman "ciudadanía", infunden políticas e ideología que supuestamente se contraponen a los criterios reaccionarios del gobierno capitalista español y a los de las jerarquías europeas. En nuestro caso, el oportunismo se manifiesta por medio del PCE-IU y en el resto del continente a través del Partido de la Izquierda Europea (PIE), al cual pertenece.
                Pero la crisis arrasa con todo lo aparente al poner al descubierto las deficiencias y maldades de cada cual. Está claro que el oportunismo campa a lo largo y a lo ancho de la geografía estatal, entre otras circunstancias por la debilidad ostensiva de los revolucionarios, El dictamen de la crisis en este sentido no admite objeción. Pero también nos muestra la verdadera faz de la apostasía, pese a su deslumbrante retórica y a su influencia temporal.
                Los conceptos teóricos por arte de la maniobra son sustituidos por conclusiones que derivan de análisis, sin más reglas ni metodología que los del raciocinio burgués, es decir, sin buscar las raíces de los problemas. A la hora de enjuiciar la crisis toman como referencia fiable las expertas palabras de los sabios tecnócratas y politicastros burgueses. La crisis, en orden a sus razonamientos, se debe a una mala política del gobierno de turno o al egoísmo de un sector capitalista que, arropado por el manto neoliberal, sólo busca satisfacer sus apetitos insaciables. En esta lógica metafísica sería suficiente cambiar de gobierno para solucionar el problema. El efecto de sus prédicas suele ser impactante en las mentes poco formadas, que tras almacenar derrota tras derrota, sin vislumbrar una salida feliz, se aferran al dulce engaño como única posibilidad de ganar sin exponer: ¡existe un capitalismo egoísta y otro que no lo es! ¡un gobierno malo puede causar la crisis y otro bueno no!. Con estos argumentos facilones y penetrantes inducen a la clase obrera y a las clases populares a creer que la crisis se puede superar a favor de ellos sin cambiar de sistema y les persuade para confiar en el parlamento burgués.
                El desatino político en donde embridan sus conclusiones falsarias les hace dar bandazos sin ruborizarse por sus incoherencias. En el supuesto del PCE-IU, su práctica se desenvuelve en un círculo vicioso; la crisis no se supera según sus dirigentes porque los gobiernos del PSOE y del PP, cada vez que lo estiman oportuno, se saltan la Constitución (monárquica) de la que fueron uno de sus progenitores más sobresalientes, para no establecer medidas sociales. Por esta razón, abjuran de la misma y también por entender que ya ha sido superada por la propia evolución social, que obliga a iniciar un nuevo proceso constituyente que desemboque en una República burguesa, tal como recoge la carta enviada por Centella, su Secretario General, al Jefe del Estado (Rey) el pasado 27 de septiembre de este año. Pues bien, en Andalucía, a juzgar por los hechos, todo es distinto. Después de que sus representantes en el gobierno de la comunidad se hubieron convertidos en los verdugos de los trabajadores, poniendo en práctica las medidas antiobreras implantadas por el gobierno conservador del Estado, revelan que el problema radica en que el PP desprecia los Estatutos de autonomía de la región. Pero esos Estatutos tan “revolucionarios” han eclosionado desde las entrañas de la Constitución monárquica que ahora rechazan por obsoleta.
                En su carta al Rey, Centella dice, entre otras muchas necedades de contenido reformista, lo siguiente:
                “En definitiva entendemos que hay que remar en el sentido contrario (del que demanda el Rey) para poner la economía al servicio de las personas, de que hay que plantear el rescate de quienes están sufriendo el paro, el desahucio, la pérdida de derechos sociales y laborales y para ello, acometer una profunda reforma fiscal que consiga que quien más tiene más pague, que termine con el fraude fiscal y los paraísos donde tantos falsos patriotas evaden sus fortunas con la pasividad de las administraciones del Estado. Ese es nuestro compromiso con el pueblo y no tenga la menor duda de que ese compromiso está, para nosotros, por encima de cualquier otro mandato”
                A renglón seguido, Centella, engreído por su sabiduría, enumera una serie de diez puntos reivindicativos, que en opinión del PCE “están basados en la defensa de los intereses de la mayoría”. Habrá que hacer un esfuerzo más que extraordinario para entender lo de la “mayoría”. Las diez propuestas que presenta como el no va más de lo revolucionario, no cuestionan el poder político y menos el poder económico de los monopolios y de las multinacionales, abstrayéndose de las experiencias históricas, que confirman que un país asentado sobre bases económicas capitalistas y por supuesto definido por las relaciones de producción burguesas, es un país que lo único que asegura son las venidas cíclicas de crisis, y consagra la explotación de las clases trabajadoras. Hacer creer que se puede asegurar el respeto y la salvaguarda de los intereses de la Mayoría (supongamos trabajadores) en el capitalismo monopolista, o sea, en un país imperialista, no es un error de bulto, sino una alta traición además de un insulto a la inteligencia de los que con sus esfuerzos crean todas las riquezas materiales y espirituales de la sociedad.
                Las crisis capitalistas se originan con independencia del gobierno titular y del modelo de Estado en vigor, por lo que los socialdemócratas del PCE en un hipotético gobierno de una hipotética República burguesa, no tendrían la facultad divina de impedir que se produzcan y menos aún de neutralizarlas hasta que no se cumplan sus ciclos vitales. El modo de producción es el mismo, lo que quiere decir que el poder real lo detenta el capital monopolista, por consiguiente, las leyes que rigen en la sociedad capitalista persistirán igualmente.
                Las crisis sobrevienen por las contradicciones del sistema capitalista, sea la más retrógrada de las dictaduras fascistas como la más avanzada República burguesa y por ser consustancial a él la anarquía productiva, así como unas relaciones de producción, basadas tanto en la propiedad privada sobre los medios de producción como en la desigualdad del reparto de los bienes producidos, que prosperan hasta la sobreacumulación de capitales durante el período de desarrollo de la economía, como consecuencia de la explotación de los trabajadores; luego, el paro y el empobrecimiento relativo y absoluto de las clases populares impiden la progresión pese a la alta tasa de ganancias.
                Las concepciones oportunistas, son proposiciones prestadas por la ideología burguesa y dada la actual universalización de la economía, resultan ser formulaciones del imperialismo, que bajo las apariencias del progresismo, las concibe para que las clases populares acepten de buen grado el mundo que les rodea: grado superlativo de explotación de los trabajadores, luchas interimperialistas, avasallamiento de los pueblos, etc. Y al igual que en los niveles estatales, en el ámbito internacional también son frutos de análisis que soslayan la lucha de clases, transformándola en contradicciones entre naciones. En esta dirección se constata que los posicionamientos oportunistas es la prolongación de la política imperialista, que queda definida en tres apartados de suma importancia para sus intereses:
 Se aprueban y defienden las agrupaciones supranacionales de Estados capitalistas, so pretexto de constituir formas de frenar las influencias e injerencias del imperialismo en zonas determinadas.
 En su consecuencia, se toma partido por un imperio frente a otro
 Y por último, se apoya subrepticiamente intervenciones militares o económicas de los buenos contra los malos, así como se hacen eco de la propaganda imperialista contra los países socialistas.
                El pasado mes de Agosto la Secretaría de Política Internacional del PCE, saludó con desaforado entusiasmo la entrada de Venezuela en Mercosur integrado entonces, por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay y lo hizo afirmando:
                “en este tratado de integración no tienen cabida políticas injerencistas de los centros mundiales del poder capitalista, por tanto puede ejercer de salvaguarda ante los intentos de descargar el peso de la crisis de los países industrializados en los países llamados emergentes”..... “todos los estados miembros del MERCOSUR están implicados en la lucha de llevar adelante una más justa redistribución de la riqueza, cada país con sus características y procesos”
                No hay que ser un erudito en economía ni tampoco en política para darse cuenta que en su saluda, el Secretario de Política Internacional del PCE, expresa sin reservas las posiciones de su partido, que tanto nos recuerdan a las de Kautsky. Sus esfuerzos por evitar denominar a los países por su naturaleza de clase lo delata. Lo que el PCE interpreta como “descargar el peso de la crisis de los países industrializados en los países llamados emergentes” no es otra cosa que la lucha por el mercado internacional entre los monopolios y capitales financieros de los países imperialistas. ¿Cuáles son los países industrializados? Por supuesto, EE.UU, Japón, UE... Por otro lado, en Mercosur al menos, está presente Brasil, cuyos monopolios, multinacionales e inversiones financieras se extienden por toda Latinoamérica y estos no están implicados como defiende el PCE, en llevar adelante ninguna redistribución de las riquezas ni en su país, donde las diferencias sociales cada día son más acusadas, ni en el Mercosur. Por otro lado, entre los países emergentes, además de Brasil, se encuentran Rusia, China, India y Suráfrica, a los que solo los ingenuos y los que no quieren ver les niegan su carácter imperialista. La Secretaría de Política Internacional del PCE oculta las contradicciones imperialistas, sus luchas por el mercado internacional, que en definitiva explica el mundo contemporáneo, porque en su existencia encuentra la justificación capital para su política de orientación pro UE.
                El Partido Comunista Obrero Español en el supuesto de una revolución socialista en nuestro país, estará dispuesto y propugnará alianzas o agrupaciones supraestatales con otros países socialistas en virtud del internacionalismo proletario y en consonancia con la naturaleza revolucionaria del sistema. Por lo que sabemos ninguna de las naciones integradas en Mercosur tienen bases económicas y relaciones de producción socialistas, ni tan siquiera Venezuela sobre la que fijamos nuestra atención, por sus “perspectivas revolucionarias” avanza todavía hacia una economía socialista.
                El PCE convierte sus simpatías y sus deseos en una situación que en absoluto coincide con la realidad. Su adhesión al Socialismo del Siglo XXI ha sido su salida a la crisis ideológica que desde hace décadas aprisiona a su militancia. El Socialismo del Siglo XXI al que aspira la dirección del PCE cuya matriz es el aberrante Estado no clasista y cuyo sujeto revolucionario una amalgama de agrupaciones sociales desclasadas, le permite conjugar su actual ideología con la consagración de la UE monopolista, cuyos valores constitucionales aceptaron al integrarse en el PIE.
                Para el PCE-IU la República burguesa es la solución a los problemas y contradicciones del actual Estado español, por consiguiente, bajo este modelo de Estado capitalista piensa también, hacer retroceder o rectificar las políticas antisociales de la UE, olvidando que España es un Estado de monopolios, lo que quiere decir imperialista. ¿Acaso la República burguesa va a cambiar el signo imperialista de los monopolios industriales y del capital financiero españoles? ¿Puede suprimir las injerencias de estos en la economía venezolana, y en los demás países de Mercosur? En el año 2010, las empresas españolas destacaron entre las más inversoras en Venezuela (Santander, Mapfre, Repsol-YPF, Elecnor, Iberdrola, Iberia, Air Europa, Telefónica, Sol Melía, NH Hoteles, Grupo Inditex, Leche Pascual, así hasta 1o2 empresas, entre las que sobresalen varios bancos. Del mismo modo operan en los demás países del Mercosur: 60 empresas en Argentina, 168 en Brasil, 33 en Uruguay, 12 en Paraguay) (según SIEX, entidad pública dependiente del Ministerio de Comercio)
                La historia es terca y confirma que las contradicciones que se generan en torno al imperialismo, solo se pueden superar por medio de la ruptura radical con el capitalismo, o de lo contrario, las leyes que rigen su modo de producción engullen con su inercia al más revolucionario de los revolucionarios, convirtiéndole sin más remedio en gestor de los intereses del gran capital industrial y financiero. Tal es la ley que hasta la fecha ningún partido ha podido transgredir. Además PCE-IU no ofrece ningún dato práctico que nos haga pensar lo contrario. Cada una de sus experiencias en gobiernos de todos los rangos han terminado con la asunción de las reglas impuestas por el sistema, mimetizándose con partidos burgueses y pequeñoburgueses, confirmando la teoría.
                La versatilidad de la conducta de los dirigentes oportunistas producto de sus concepciones teóricas, produce el disloque mental en su militancia, sin lo cual les sería imposible alcanzar sus fines. Si se le pregunta a la base del PCE-IU cuál es su ideología, cuál es el socialismo al que aspiran, resultarán interesantes sus respuestas, pero será imposible extraer una conclusión clara que defina lo que es común a toda ella. Hay militantes que se dicen marxistas-leninistas, otros son marxistas revolucionarios, socialistas democráticos, seguidores del socialismo del Siglo XXI etc. Diferencias que se traducen en multitud de maneras de ver y aplicar en la práctica sus labores indefinidas teóricamente. De ahí, que firmen ERE, bajadas de salarios, los hay esquiroles, anticubanos, pro-cubanos, nacionalistas, seguidores de las direcciones reformistas de CC.OO y también críticos; aunque la mayoría de las veces se confundan con quienes denuncian, los hay pues para todos los gustos.
                No obstante, queremos dejar constancia que en las filas del PCE-IU, existe un número muy notable de afiliados honestos que tienen asumido que su rol es revolucionario y defienden con bravura según su entender sus posiciones reformistas. La razón de tantos despropósitos está implícita en su crisis orgánica. Sabemos a ciencia cierta que en una gran cantidad de lugares no se reúnen sus agrupaciones, no existe la discusión política, no hay un proyecto formativo, sus militantes se diluyen en IU en cuyas asambleas esporádicas no se desarrollan según los cánones de una organización revolucionaria. Existe pues, una dirección dentro del Partido que no puede ser cuestionada orgánicamente, con lo cual se ha convertido desde hace años en una casta por encima de las bases, a las que éstas por falta de preparación ideológica aplaude, mas con fanatismo que con ciencia.
                Pero al lado de los honestos afiliados se ha creado una capa intermedia a la que de ninguna de las maneras podemos calificar de honestos, pues constituyen la salvaguardia de las directrices de la cúpula dirigente. Estos son auténticos traidores, que se prestan a veces a construir candidaturas sindicales a las órdenes de los empresarios, que pactan con los enemigos del pueblo en las elecciones municipales y autonómicas a cambio de recibir las prebendas del imperialismo. Son auténticos profesionales de la holgazanería que se prestan a todo con el propósito de ganar sin trabajar, quienes confieren certificado de calidad a las palabras de Lenin:
                “La burguesía imperialista atrae y premia a los representantes y partidarios de los "partidos obreros burgueses" con lucrativos y tranquilos cargos en el gobierno o en el comité de industrias de guerra, en el parlamento y en diversas comisiones, en las redacciones de periódicos legales "serios" o en la dirección de sindicatos obreros no menos serios y "obedientes a la burguesía".

COMISIÓN IDEOLÓGICA DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL

viernes, 19 de octubre de 2012

¡¡VOLVEMOS A LA CALLE!!

Tal y como se acordó en la anterior convocatoria, volvemos a la calle, ¡¡SÚMATE!!


Acompáñanos, el jueves 25 de octubre. Plaza de la Constitución (a las puertas de la Casa Consistorial) a las 20:30 horas

Convoca: Consejo Ciudadano y Obrero de Montemayor

jueves, 18 de octubre de 2012

ÉXITO DE CONVOCATORIA DE LA I SEMANA DE LUCHA POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA DE CAZORLA

Cazorla es ejemplo de juventud comprometida.
Ante los atropellos a la educación pública por parte del gobierno central y de la Junta de Andalucía, los estudiantes cazorleños han comenzado a organizarse en la recién constituida Asamblea de Estudiantes de Cazorla. Han convocado la primera Semana de Lucha, formada por manifestaciones y jornadas de huelga activa durante prácticamente toda la semana. 


La primera asamblea convocada el martes, 16 de octubre, en el IES Castillo de la Yedra, ha contado con gran afluencia, participación e implicación por parte de los y las estudiantes.
















El calendario de movilizaciones, actos y eventos de la Asamblea durante esta semana será el siguiente:


¡¡TODOS Y TODAS A LA HUELGA!!

Más información aquí

martes, 2 de octubre de 2012

I CONVOCATORIA DE CONCENTRACIÓN DEL CCOM


El pasado jueves tuvo lugar, a las puertas del Ayuntamiento de Montemayor, una concentración de protesta por la "falta de respuesta" a varias demandas presentadas por el Consejo Ciudadano y Obrero de Montemayor ante el Consistorio.

El escrito del CCOM instaba al equipo de gobierno a poner en marcha una política de vivienda de Protección Oficial a nivel local, la creación de empleo "de calidad" con la construcción de dichas viviendas y la promoción de un polígono industrial en la localidad.

La convocatoria contó con el apoyo de la Asamblea contra el Paro y la Crisis de Fernán Núñez y de la Comisión de Parados de Castro del Río.

Tras varias intervenciones, los representantes del CCOM acordaron volver a concentrarse durante la celebración del próximo Pleno de la Corporación, así como solicitar que una comisión de representantes del CCOM pueda tomar la palabra  durante el transcurso de la sesión plenaria.


¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!